Los motores sumergibles Franklin son fabricados en Estados Unidos, Alemania e Italia. Están construidos desde 6″ hasta 10″ de diámetro, con estator y tortillería de acero inoxidable, la base y la pieza superior son de fierro fundido. Para condiciones más agresivas pueden construirse en diferentes tipos de bronce, o completamente en acero inoxidable.
Su principal característica es que son de gran resistencia eléctrica y mecánica, hay motores rebobinables y no rebobinables.  Estos motores sumergibles, funcionan llenos de agua en su interior, para su lubricación y refrigeración, lo que no constituye riesgo alguno de contaminación para el bombeo de agua potable.
En el bobinado del motor rebobinable se utiliza un hilo o cable de cobre recubierto de una o varias capas de plástico aislante, que impide el contacto del cobre con el agua. Este plástico NO envejece y no es atacado químicamente por el agua. Una membrana de compensación flexible, en la parte inferior del motor, balancea la presión interior del agua del motor, con la presión del agua del pozo.

En el caso de los motores no rebobinables, se utiliza cable de cobre desnudo y se aisla con un polímero de alta resistencia. La estanqueidad del motor se obtiene mediante el sellado del extremo libre del rotor, con un sello mecánico, evitando que el agua del pozo penetre dentro del motor.
Los empujes axiales ejercidos por la bomba, son resistidos por un cojinete axial con gran capacidad de carga.  Los cojinetes radiales específicamente diseñados y dimensionados, guían el rotor, garantizando larga vida de funcionamiento, sin necesidad de mantención.
La alimentación eléctrica del motor se realiza a través de cables especialmente diseñados y fabricados para trabajar sumergidos en el agua. Los motores sumergibles Franklin funcionan con un bajo nivel de ruido y sin vibraciones, por lo que no perturban las condiciones ambientales. Y han demostrado, a través del mundo, su buen funcionamiento, libre de mantenimiento.